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Indybay Feature

Breve análisis Internacionalista Sobre Los Levantamientos de Octubre del 2019

by La Zarzamora
lo más importante es rescatar que la revuelta no respondió a un solo territorio, sino a toda una región ahogada por el capital, los estados y el colonialismo.

A 5 años de la revuelta y el inicio de una nueva etapa histórica del capital, compartimos un breve análisis, basado en el registro y difusión de decenas de medios libres que dieron cara en estos procesos, confrontando la desinformación del poder y sus medios hegemónicos, medios que junto a nosotraes estuvieron en las calles de sus territorios, y que permiten que hoy podamos generar una mirada amplia, más allá de comprender estas revueltas como hechos particulares de un solo territorio.

El 18 de octubre del 2019 el vapor de una seguidilla de manifestaciones terminó por hacer volar la tapa de la olla, las limitaciones del orden establecido fueron derribadas por miles de personas en un autoproclamado «despertar» que casi nadie creía posible en ese $hile actual. Ya el 19 de octubre la revuelta se expandía por cada región, estábamos hartas y hartxs de los 30 años de mierda desde la implementación del modelo económico experimental, que terminó concretándose en este país de matanzas y tristezas.

Pero el análisis no puede partir aquí. El análisis debiera partir mencionando que no solo en el mal (o mall) llamado $hile se levantó la revuelta, sino que en la mayoría de Abya Yala se estaban viviendo levantamientos importantísimos masivos y radicales, en Europa y Asia sucedían situaciones similares.

El mismo 2019 en el mes de febrero, Haití comenzaba un alzamiento contra el poder de los ricos y del gobierno de Jovenel Moïse. Tras una visita del FMI el gobierno decide acceder a las indicaciones del organismo y eliminar el subsidio a los combustibles, provocando alzas de precios. Al día siguiente las turbas furiosas, cansadas de la miseria propia y las riquezas de unos pocos, quemaron autos de lujo, se enfrentaron con la policía, lograron apedrear la casa del presidente, realizaron saqueos en las grandes tiendas y ayudaron en la fuga de cientos de presxs.

Para el 17 octubre un reporte enviado a La Zarzamora por Alba Movimientos informaba: «La capital amaneció completamente paralizada, con infinidad de barricadas, sin más transporte que algunas mototaxis, y sin ningún tipo de actividad gubernamental ni civil. Hay manifestaciones anunciadas en Mirebalais, Ouanaminthe y toda la región metropolitana de Puerto Príncipe: Delmas, Petion Ville, Tabarre, Croix des Bouquets, etc.
Cientos de jóvenes ya se encuentran reunidos en emblemático «cruce del aeropuerto» en la Avenida Delmas. Están honrando a los asesinados por la represión gubernamental con muestras de fotos, murales y ceremonias vudú. Se espera que allí empiezan a concentrarse los manifestantes». Este escenario ocurría paralelamente a la fermentación del levantamiento en $hile.

En Ecuador el 2 de octubre del 2019 comienza una ola de manifestaciones tras el anuncio de nuevas medidas económicas pactadas entre el gobierno y el FMI, las cuales incluían eliminar un subsidio a los combustibles entre otras reformas. Esto genera la respuesta inmediata de organizaciones de transporte, trabajadorxs, estudiantes, individualidades y de la principal organización de las naciones indígenas del Ecuador la Conaie, quienes generan una huelga general.

El 4 de octubre se declara estado de excepción, y ya para el 9 de octubre la represión había atacado brutalmente y se comenzaban a contabilizar muertes, personas heridas y detenidas. Desde la «Coordinadora Ecuatoriana de Contrainformación» compañerxs informaban: » Hay 7 personas muertas, de las cuales una es un bebé recién nacido, 95 herida/os de gravedad, más de 500 herida/os leves, 83 personas desaparecidas ( de los cuales 47 son menores de edad), más de 800 personas detenidas, 57 periodistas agredida/os por la policía, 13 periodistas encarcelados, 9 medios de comunicación intervenidos, además de la detención de 14 venezolana/os que fueron detenida/os arbitrariamente«.

Fue una huelga de 11 días, sin embargo, al igual que en el resto de Abya Yala el proceso social continuó los años siguientes.

En Honduras, durante el mes de octubre del 2019 se desarrollan masivas protestas exigiendo la renuncia del presidente Juan Orlando Hernández. Las principales razones tenían que ver con la privatización de los servicios básicos, la corrupción, la pobreza, el sicariato extractivista (que el año 2016 asesinó a la defensora del río Gualcarque Berta Caceres) sumado al juicio que enfrenta el hermano del presidente por narcotráfico en Estados Unidos.

El 21 de noviembre una serie de protestas se inician en diversas ciudades de Colombia, se enmarcan en un paro nacional. Una vez más la motivación es la precariedad económica que se suma a la corrupción del poder y el asesinato de líderes sociales indígenas. Ya desde enero del 2019 las protestas amenazaban la estabilidad del gobierno de Ivan Duque, sin embargo desde el 21 de noviembre instituciones como el palacio de justicia, alcaldías y el Congreso de Colombia fueron atacadas por las furiosas protestas. El ESMAD comienza la brutal represión contra la gente en las calles dejando un saldo de aproximadamente 35 personas asesinadas, 250 heridos y 100 personas arrestadas.

El mismo año en Bolivia se provoca una crisis institucional tras el desconocimiento de las elecciones que daban por ganador a Morales para otro periodo gubernamental. Tras un golpe de estado, se autoproclama presidenta Jeanine Áñez. Esto provoca una serie de protestas y la posterior represión que dejó decenas de muertes.

En los años posteriores vendría el levantamiento en Perú con la imposición de la dictadura Dina Boluarte y la radicalización de las protestas en enero del 2023: «las fuerzas represivas de la dictadura atacaron a manifestantes que protestaban en el aeropuerto de Inca Manco Capac, en Juliaca exigiendo la renuncia de Boluarte y el cierre del congreso. Las personas fueron atacadas con armas letales, helicópteros y gases lacrimógenos, dejando más de 18 muertes y alrededor de 38 personas heridas que fueron trasladadas al hospital Carlos Monge Medriano», informábamos desde La Zarzamora el 10 de enero del 2023.

Si bien estos levantamientos terminan siendo cooptados por la institucionalidad y objetivos reformistas, estos respondían a una crisis más allá de sus propios territorios y gobiernos de turno. En Abya Yala la intervención del FMI, la instauración del neoliberalismo y la continuidad del colonialismo (ahora a partir de la usurpación extractivista), provocaron un hartamiento generalizado que daba cuenta de las consecuencias de la imposición del modelo económico neo capitalista en las vidas de los pueblos.

Toda esta fuerza de los pueblos en rebelión, fue luego exterminada violentamente primero por la represión y luego con la pandemia, que le dio el tiempo necesario al poder transnacional para planificar la entrada de la nueva fase del capital, que es ni más ni menos que la llamada «transición energética», basada en las nuevas tecnologías con energías «sustentables», la electro movilidad y la inteligencia artificial.

Lo que no se difunde es que estas nuevas tecnologías utilizan materias primas que están en presentes los suelos de Abya Yala, y nuestros territorios ayer en revueltas, hoy están siendo amenazados por la extracción para sostener esta llamada «transición energética», que no es más que una nueva forma del capital y su continuidad del proceso colonialista.

Hoy pretenden que Abya yala sostenga las nuevas armas del poder y la vigilancia mundial a partir de la devastación de sus territorios. Así lo vemos en los diversos proyectos extractivistas que los gobiernos resucitados junto a las grandes transnacionales pretenden instalar o ya instalaron en ellos.

Capitales canadienses y chinos, entre otros, ven nuestros territorios como una bodega de materias primas, con las cuales seguirán enriqueciéndose y entregándole más privilegios a los magnates que mueven la economía mundial.

Volviendo al territorio ocupado por $hile, podemos mencionar los ejemplos de Penco, con la amenaza de extracción de tierras raras por parte de Minera Aclara, una aleación de minerales usada para armamento, tecnología espacial y electro movilidad. Así también lo vemos en los salares del el norte que están siendo destruidos para la extracción de litio, utilizado para las baterías eléctricas de los autos de lujo de los ricos.

Hoy la defensa de la tierra es primordial, nuestro proceso no ha terminado, el del capital tampoco, y lo que acabamos de presenciar es una nueva muda de ropa del sistema que ha destruido la tierra y la vida de humanxs y animales en Abya Yala.

Tras esta experiencia regional, considerando sus similitudes, tanto en los orígenes como en las respuestas represivas «de manual», ejercidas por los poderes fácticos, nos queda recuperar lo aprendido: la autonomía, el vivir sin estados, sin partidos, sin asistencialismos, como lo hicimos en aquellos días y noches de fuego, en los cuales la alimentación era comunitaria y la autodefensa colectiva, pero lo más importante es rescatar que la revuelta no respondió a un solo territorio, sino a toda una región ahogada por el capital, los estados y el colonialismo.

Esto no ha terminado y nos ha demostrado una vez más, que la lucha es constante y que debe seguir sin esperar un nuevo alzamiento masivo. Contra el negacionismo, el fascismo, las instituciones nefastas del estado, el empresariado, el patriarcado, las idiocincracias impuestas, el especismo y las doctrinas del latifundio. Por la vida, por la tierra y todas sus existencias, seguimos.-

Ñ

5 years after the revolt and the beginning of a new historical stage of capital, we share a brief analysis, based on the registration and dissemination of dozens of free media that gave face to these processes, confronting the disinformation of power and its hegemonic media, media that together with us were in the streets of their territories, and that allow us to generate a broad view today, beyond understanding these revolts as particular events of a single territory.

On October 18, 2019, the steam of a series of demonstrations ended up blowing the lid of the pot, the limitations of the established order were overthrown by thousands of people in a self-proclaimed “awakening” that almost no one believed possible in that current $hile. Already on October 19 the revolt was expanding through each region, we were fed up with the 30 years of shit since the implementation of the experimental economic model, which ended up materializing in this country of massacres and sadness.

But the analysis cannot start here. The analysis should start by mentioning that not only in the evil (or mall) called $hile the revolt arose, but that in most of Abya Yala there were very important, massive and radical uprisings, in Europe and Asia similar situations were happening.

In February 2019, Haiti began an uprising against the power of the rich and the government of Jovenel Moïse. After a visit by the IMF, the government decided to accede to the instructions of the organization and eliminate the fuel subsidy, causing price increases. The next day the angry mobs, tired of their own misery and the wealth of a few, burned luxury cars, clashed with the police, managed to stone the president’s house, looted large stores and helped in the escape of hundreds of prisoners.

By October 17, a report sent to La Zarzamora by Alba Movimientos reported: “The capital woke up completely paralyzed, with countless barricades, with no other transportation than a few motorcycle taxis, and without any type of governmental or civil activity. There are demonstrations announced in Mirebalais, Ouanaminthe and the entire metropolitan region of Port-au-Prince: Delmas, Petion Ville, Tabarre, Croix des Bouquets, etc.
Hundreds of young people are already gathered at the emblematic “airport crossing” on Delmas Avenue. They are honoring those killed by government repression with photo displays, murals, and voodoo ceremonies. It is expected that the demonstrators will begin to gather there.” This scenario occurred in parallel with the fermentation of the uprising in $hile.

In Ecuador on October 2, 2019, a wave of demonstrations began after the announcement of new economic measures agreed between the government and the IMF, which included eliminating a fuel subsidy among other reforms. This generates the immediate response of transport organizations, workers, students, individuals and the main organization of the indigenous nations of Ecuador the Conaie, who generate a general strike.

On October 4, a state of emergency was declared, and by October 9 the repression had brutally attacked and deaths, injured people and arrests began to be counted. From the “Ecuadorian Coordinator of Counter-Information” comrades reported: “There are 7 people dead, of which one is a newborn baby, 95 seriously injured, more than 500 slightly injured, 83 people missing (of which 47 are minors), more than 800 people detained, 57 journalists assaulted by the police, 13 journalists imprisoned, 9 media outlets taken over, in addition to the arrest of 14 Venezuelans who were arbitrarily detained.”

It was an 11-day strike, however, as in the rest of Abya Yala the social process continued in the following years.

In Honduras, during the month of October 2019, massive protests took place demanding the resignation of President Juan Orlando Hernández. The main reasons had to do with the privatization of basic services, corruption, poverty, extractivist contract killings (which in 2016 murdered the defender of the Gualcarque River Berta Cáceres) added to the trial that the president’s brother faces for drug trafficking in the United States.

On November 21, a series of protests began in various cities of Colombia, they were part of a national strike. Once again, the motivation is economic precariousness that adds to the corruption of power and the murder of indigenous social leaders. Since January 2019, the protests threatened the stability of the government of Iván Duque, however since November 21 institutions such as the palace of justice, mayors’ offices and the Colombian Congress were attacked by the furious protests. The ESMAD begins the brutal repression against the people in the streets leaving a balance of approximately 35 people killed, 250 injured and 100 people arrested.

The same year in Bolivia an institutional crisis was provoked after the non-recognition of the elections that gave Morales the winner for another term of office. After a coup d’état, Jeanine Áñez proclaims herself president. This provoked a series of protests and the subsequent repression that left dozens of deaths.

In the following years, the uprising in Peru would come with the imposition of the Dina Boluarte dictatorship and the radicalization of the protests in January 2023: “the repressive forces of the dictatorship attacked demonstrators who were protesting at the Inca Manco Capac airport in Juliaca, demanding Boluarte’s resignation and the closure of congress. People were attacked with lethal weapons, helicopters and tear gas, leaving more than 18 dead and around 38 people injured who were transferred to the Carlos Monge Medriano hospital,” we reported from La Zarzamora on January 10, 2023.

Although these uprisings end up being co-opted by the institutions and reformist objectives, they responded to a crisis beyond their own territories and governments in power. In Abya Yala, the intervention of the IMF, the establishment of neoliberalism and the continuity of colonialism (now based on the extractivist usurpation), caused a generalized weariness that accounted for the consequences of the imposition of the neo-capitalist economic model on the lives of the peoples.

All this force of the peoples in rebellion was then violently exterminated, first by repression and then by the pandemic, which gave transnational power the necessary time to plan the entry of the new phase of capital, which is nothing more or less than the so-called “energy transition”, based on new technologies with “sustainable” energies, electromobility and artificial intelligence.

What is not disseminated is that these new technologies use raw materials that are present in the soils of Abya Yala, and our territories yesterday in revolts, today are being threatened by extraction to sustain this so-called “energy transition”, which is nothing more than a new form of capital and its continuity of the colonialist process.

Today they want Abya yala to sustain the new weapons of power and world surveillance from the devastation of their territories. This is what we see in the various extractivist projects that the resurrected governments together with the large transnationals intend to install or have already installed in them.

Canadian and Chinese capital, among others, see our territories as a warehouse of raw materials, with which they will continue to enrich themselves and give more privileges to the tycoons who move the world economy.

Returning to the territory occupied by $hile, we can mention the examples of Penco, with the threat of extraction of rare earths by Minera Aclara, an alloy of minerals used for weapons, space technology and electromobility. We also see it in the salt flats of the north that are being destroyed for the extraction of lithium, used for the electric batteries of the luxury cars of the rich.

Today the defense of the land is paramount, our process is not over, neither is that of capital, and what we have just witnessed is a new change of clothes of the system that has destroyed the land and the lives of humans and animals in Abya Yala.

After this regional experience, considering their similarities, both in the origins and in the “textbook” repressive responses, exercised by the powers that be, we are left to recover what we have learned: autonomy, living without states, without parties, without welfare, as we did in those days and nights of fire, in which food was communal and collective self-defense. But the most important thing is to rescue that the revolt did not respond to a single territory, but to an entire region drowned by capital, states and colonialism.

This is not over and has shown us once again that the struggle is constant and that it must continue without waiting for a new mass uprising. Against denialism, fascism, the nefarious institutions of the state, business, patriarchy, imposed idiosyncrasies, speciesism and the doctrines of the latifundia. For life, for the earth and all its existences, we continue.-

Ñ
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