EEUU: Los niños están bien…

EEUU: Los niños están bien
El futuro (norte) americano y el chico de catorce años que mató a cuatro personas en la escuela de Wilder
Franco «Bifo» Berardi
https://francoberardi.substack.com/

Jack Vance, el futuro vicepresidente de los Estados Unidos, el campeón de los valores familiares tradicionales, culpa a los maestros que no tienen hijos y quieren lavar el cerebro a nuestras hijas e hijos.

¿Significa eso que esos pederastas, lesbianas y (¡horror!) comunistas que enseñan en las escuelas de Estados Unidos deberían ser culpados por los ochenta y un asesinatos en masa que tuvieron lugar en las escuelas de América del Norte durante 2023?

¿Debemos pensar que la culpa de lo ocurrido en Wilder, el 4 de septiembre, donde un muchacho de catorce años mató a dos estudiantes y dos profesores, es de aquellas mujeres y hombres que no han procreado, por lo que no han desarrollado un sentido de responsabilidad patriótica?

Es difícil decirlo.

Pienso más bien que la culpa de la matanza incesante que inunda las escuelas y las iglesias y los supermercados de ese desdichado país psicópata, es de la abuela de los Vance, que Dios perdone su alma.

El candidato dijo que su abuela poseía diecinueve (sí, diecinueve) armas cargadas, guardadas en algún lugar de la casa. Diecinueve armas. ¿Para qué?

(puedes ver este video corto en https://youtu.be/VYMIaEW35g0 )


El idiota está orgulloso de la peligrosa propiedad de su abuela, pero yo diría que si el joven muchacho de Wilder tuvo la posibilidad de matar a sus colegas y a sus profesores (y de herir a nueve más) es culpa de su padre, que guarda armas cargadas en la cocina, igual que la perturbada abuela del candidato psicótico.

No de amantes de los gatos ni de profesores sin hijos.

Leí American Elegy , la novela de Vance (un libro interesante en verdad), y también vi la película donde Glenn Close interpreta maravillosamente a la abuela maníaca de las armas, y sugeriría que si eres una persona psicópata maníaca de las armas no deberías engendrar una hija que probablemente vivirá una vida deshonrada, y probablemente se volverá adicta a la heroína, y eventualmente dará a luz irresponsablemente a un individuo trastornado.

Pienso que no es bueno procrear cuando el ambiente (en primer lugar el ambiente psicológico) está lleno de ignorancia, agresividad, locura y sufrimiento psíquico.

Esos niños (la mayoría de los niños del país más deshonrado y psicológicamente enfermo del mundo) están condenados. Sufrirán dolor mental, conductas tóxicas, violencia sexual y humillación.

Esto es lo que pasó en la no tan feliz familia del señor Vance.

Se podría responder: la historia de la familia Vance es ciertamente triste y problemática. Sin embargo, el niño que creció en ese ambiente logró crecer sano y fuerte, logró ir a Yale, a pesar de la hostilidad de la élite académica, logró obtener un préstamo enorme de un fascista tecnológico de Silicon Valley para que terminara siendo candidato y mañana posiblemente se convierta en vicepresidente del presidente más psicópata de todos los tiempos.

Esto es cierto, esta es la prueba de que el sueño americano está vivo.

Pero debo confesar que ésta es la conclusión más espantosa que uno pueda imaginar.

Un hombre que seguramente necesita ayuda psiquiátrica estará muy cerca del botón rojo y decidirá si sí o no millones de personas merecen ser incineradas.

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Los niños están bien

En su campaña a favor de los valores familiares tradicionales y la supremacía indudable de los estadounidenses blancos, Jack Vance, el aspirante a vicepresidente de Estados Unidos, culpa a los maestros que no tienen hijos y quieren lavarles el cerebro a nuestras hijas e hijos.

¿Deberíamos culpar a esos maliciosos pederastas, lesbianas y (¡horror!) a veces comunistas que enseñan en las escuelas de Estados Unidos por los ochenta y un asesinatos en masa que han tenido lugar en las escuelas de América del Norte en 2023?

Debemos pensar que la culpa de lo ocurrido en Wilder, el 4 de septiembre, donde un chico de catorce años mató a dos estudiantes y dos profesores, la tienen estas mujeres y hombres que no dieron a luz, para no desarrollar un sentido de responsabilidad patriótica?

Interesante hipótesis.

Sin embargo, prefiero pensar que la culpa de la incesante masacre que inunda las escuelas, las iglesias y los supermercados de ese desafortunado país psicópata recae en la abuela de Vance, que Dios perdone su alma.

De hecho, el candidato Vance dijo que su abuela poseía diecinueve (sí, 19) armas cargadas, guardadas en algún lugar de la casa. Diecinueve armas de fuego.

¿Qué se suponía que debía hacer?

Este horrible idiota está orgulloso de las posesiones de la anciana, pero yo diría que si el chico Wilder tuvo la oportunidad de matar a sus colegas y a sus profesores (y herir a otros nueve) es culpa de su padre, que guarda armas cargadas en el cocina, al igual que la abuela perturbada del candidato psicótico.

Leí American Elegy , la novela de Vance (libro realmente interesante), y también vi la película en la que Glenn Close interpreta maravillosamente a la abuela maníaca de las armas, y me gustaría sugerir que si eres una persona psicópata hiperarmada no deberías engendra una hija que probablemente vivirá una vida miserable y probablemente se convertirá en una adicta a la heroína y, finalmente, irresponsablemente dará a luz a una persona peligrosa como Jack Vance.

Creo que no es bueno procrear cuando el entorno (en primer lugar el entorno psicológico) está lleno de ignorancia, agresión, locura y sufrimiento psicológico.

Esos niños (la mayoría de los niños en el país más desafortunado y psicológicamente devastado del mundo) están condenados. Sufrirán trastornos mentales, comportamientos tóxicos, violencia sexual y humillación.

Esto es lo que sucedió en la no tan feliz familia del Sr. Vance, según él.

Se podría responder: la historia de la familia Vance es ciertamente triste y turbulenta. Sin embargo, el niño que creció en ese ambiente logró crecer sano y fuerte, logró ir a Yale, a pesar de la hostilidad de la élite académica, y logró obtener un gran préstamo de un tecnofascista de Silicon Valley, para terminar hasta convertirse en candidato y mañana tal vez se convierta en vicepresidente del presidente más psicópata de todos los tiempos.

Es cierto que esto es una prueba de que el sueño americano está vivo. Pero debo confesar que ésta es la conclusión más aterradora imaginable.

Un hombre que definitivamente necesita ayuda psiquiátrica estará muy cerca del botón rojo que puede decidir si sí o no millones de personas merecen ser incineradas.

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