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Indybay Feature
El Movimiento Armado en Oaxaca: Comuniques del EPR del 27 y 28 de Noviembre
Dos comuniques se han mandado el EJERCITO POPULAR REVOLUCIONARIO en los dos dias recientes. Aca estan bajo--la palabra de un movimiento armado que estaban esperando los resultos del movimiento pacifista del APPO, pero quienes parezcan listos reaparecer en la lucha diaria de Oaxaca. De un grupo clandestino, desde Michoacan, llega la plactica de un cambio en el movimiento en Oaxaca:
2006 11 27
AL PUEBLO DE MEXICO
AL PUEBLO DE HIDALGO
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN NACIONALES E INTERNACIONALES
A LOS ORGANISMOS DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS
¡HERMANAS, HERMANOS, CAMARADAS!
Hermanos oaxaqueños, el auge y algidez de su digna lucha que mantienen por medio año, es parte del proceso de transformación revolucionaria a la que nos encaminamos y empujamos los oprimidos y explotados por construir una patria sin desigualdades.
En las distintas regiones de nuestro estado, campesinos-indígenas, trabajadores del campo y la ciudad, al igual que ustedes, enfrentamos en un pasado reciente principalmente en el campo los embates frontales del ejército federal y bandas paramilitares que protegían y servían a sanguinarios caciques, estos subhumanos de la horca y cuchillo que despojaban de sus tierras a sus legítimos dueños, acasillaban a familias enteras para explotarlas hasta la muerte, torturaban y asesinaban a todo aquel que levantara la vista y la voz ante sus verdugos, ellos eran la autoridad, la ley, la opresión política y la barbarie era su justicia.
En las colonias populares de las principales ciudades y en los centros de trabajo se repetía lo mismo, marginación, sobreexplotación y represión como el proceso de usufructuar y apropiamiento de la riqueza producida por todo un pueblo para beneficio de la elite gobernante, una burguesía de carácter caciquil que ha detentado el poder desde siempre, es por eso que el ejecutivo estatal y principales círculos del poder han estado sólo en manos de unas cuantas familias de origen priísta fundamentalmente.
Por ello en Hidalgo, como en Oaxaca y a todo la ancho y largo del país y en sus distintas etapas históricas, la lucha de clases siempre ha estado viva de manera real, aunque conceptualmente pretenda tergiversarla y formalmente anularla del contexto sociopolítico actual, pero sus manifestaciones son de lo más diverso y desigual, que cruza por momentos de “calma” hasta su agudización como la etapa que hoy vivimos, que al pueblo se le pretende vencer con violencia y el pueblo responde con la violencia en uso legítimo de la autodefensa.
Muestra de que la lucha de clases no puede dejar de existir en el capitalismo por decreto del imperialismo, ni con los más “variados” relevos de las diferentes raleas del gobierno burgués, como tampoco puede ser sustituida con la limitada y elitista actividad de los políticos de oficio en su lucha del poder por el poder, menos aun por acomodaticias conclusiones de algunos intelectuales, estudiosos y periodistas que se indignan y ofenden cada vez que el movimiento popular o revolucionario hace valer sus derechos y defiende sus intereses.
La lucha de clases se concretiza por una parte en la implementación de las distintas formas de lucha, organización, movilización y acción de los distintos sectores del pueblo en la conquista por sus demandas inmediatas e históricas, en los ámbitos legal y clandestino; la otra parte se compone de la burguesía que mediante sus diferentes formas antipopulares y represivas siempre estará empeñada en negarse a resolver satisfactoriamente nuestras legítimas demandas e imponer sus mezquinos intereses.
Como elemento engendrado por el injusto sistema capitalista, por su probada capacidad de justicia popular y transformador social, la lucha de clases siempre ha estado ahí -en Oaxaca- al igual que se encuentra viva en las distintas regiones del país, con dinámicas y desarrollo propio. Su notoriedad masiva y trascendencia histórica depende de la relevancia política, económica y social que tengan las demandas enarboladas con respecto al régimen imperante, pero sobre todo, si las reivindicaciones y las formas de lucha impulsadas están trastocando las corruptas, espurias y por tanto caducas instituciones del poder burgués, porque de ello depende con la rabia y saña con que responda éste al pueblo en lucha.
Contrario a la “optimista” opinión de líderes neoportunistas, la parte gubernamental y la prensa comprometida con la oligarquía: el regreso a la “normalidad”, la “distensión”, “reconciliación” e “instauración del estado de derecho”, son sólo autojustificaciones para imponer un estado de sitio militar-policíaco, falsas declaraciones que utilizan como coartada para encubrir la etapa más crítica y riesgosa para el movimiento popular.
Porque bajo el supuesto “estado de derecho” y que las “aguas vuelven a su nivel” comunmente el movimiento en un exceso de confianza se desmovilizan de manera relajada; bajan la guardia en las medidas esenciales de protección personal y colectiva; la atención nacional e internacional de la prensa, de los diferentes organismos gubernamentales y no gubernamentales disminuye notablemente, creándose con ello el momento idóneo para que los distintos cuerpos policíacos, militares y paramilitares, abiertos y clandestinos del Estado intensifiquen de manera selectiva, sistemática y jerárquica la guerra sucia contra el pueblo, mediante la desaparición forzada y asesinato en base a lista proporcionada por los infiltrados del movimiento, visores y orejas que merodean a los distintos núcleos de activistas de la APPO y organismos solidarios, que no necesariamente serán quienes figuraron como voceros y la dirección colectiva del movimiento, el objetivo es destruir a los más consecuentes y avanzado del movimiento, es decir a los que no se corrompan ni claudiquen.
La alerta es para todos quienes se mantienen movilizados en resistencia activa, cumpliendo las nuevas tareas y comisiones que la actual etapa exige, deben conservar la unidad orgánica y funcionalidad como organización popular, actualizar y revisar la lista de brigadistas y comisionados corroborando que estén en sus lugres de origen, que llegaron a la tarea encomendada, hay que proceder ya de manera acorde con los infiltrados y delatores; continuar con la exigencia de cancelación definitiva de las órdenes de aprehensión, libertad a los presos políticos y presentación con vida a los detenidos desaparecidos. A proteger a los hombres y mujeres de avanzada, a revolucionarios y manteniendo estricto control en nuestras comunidades.
A los distintos medios de comunicación masiva y organismos defensores de los derechos humanos, les decimos que es este el peor momento para retirarse de Oaxaca, pues deja brecha libre para la guerra sorda y que imperen a sus anchas la impunidad; las corresponsalías de la prensa deben mantenerse y las misiones de ONG tiene que intensificarse, ambas por ética y solidaridad, los llamamos a seguir brindando la solidaridad, la venta de la nota debe quedar rebasada al igual que los protagonismos es la hora de la verdad.
Retomando el punto de la situación local de nuestra entidad federativa, nos enfrentamos a un demagogo gobernador que se proclama junto con de su gabinete partidario por una reforma de Estado, pero en realidad es una actitud oportunista secundado a la línea del PRI de darle un espaldarazo a Felipe Calderón para obtener prebendas económicas, sobre todas las cosas, y políticas para su partido y administración.
De esta manera es que la fiebre de “demócratas de discurso” exigidos por la crisis política actual, llega hasta nuestras tierras, pero que se evidencía que es sólo una política mediática. ¿Un paladín de la “democracia y justicia”? no debería tener a la gran mayoría de sus “gobernados” con grandes e irreversibles rezagos en los aspectos económicos y sociales, resultado de la continuidad de una administración que ya duró más de siete años cuyo carácter caciquil-empresarial podría obtener otros resultados que puras injusticias.
Hidalgo, de manera acelerada y continua se encuentra entre los principales estados de la República con más emigración, cambiando radicalmente los destinos de nuestros hermanos que normalmente eran Nuevo León, Tamaulipas, DF y Coahuila, por los Estados Unidos profundizando aun más el drama social que representa la emigración de un miembro de la familia y varios del núcleo de población.
Como consecuencia de la marginación y miseria que prevalece en el campo, en un estado donde el más del 60 por ciento de sus poblaciones son rurales y de éstas casi la mitad pertenecen a una etnia, la mayoría de las poblaciones en la actualidad son caseríos en los que la desolación y la miseria cunden por doquier resultado de falta de oportunidades o despojos. En estos pueblos hay coraje e indignación, que no cabe en los estudios de politólogos posmodernista y molesta a políticos coyunturales.
Reproduciendo a calca las políticas neoliberales instalan maquiladoras como solución a la grandes carencias de empleo, que en sí, son medidas que sólo benefician a la oligarquía nacional y extranjera, y a los trabajadores les impone como única alternativa, inhumanas e injustas condiciones de trabajo por salarios de hambre y por su puesto sin seguridad ni garantía de empleo permanente. Eso sí cada maquiladora que se instala es motivo de encendidos discursos por políticos de toda laya en donde se “combate” al desempleo, discursos que la misma realidad se encarga de mandarlos al basurero porque esos empleos que dicen generar son remunerados con salarios miserables y jornadas de explotación sobrehumana.
Que decir de la educación como en el resto del país se aplican políticas neoliberales tendientes a la privatización de ella, con la característica de sumar formas caciquiles-empresariales de gobernar que se amalgaman para allanar el camino de la privatización de la educación, en donde ésta cada vez es más un privilegio y no un derecho, para los hijos de los oligarcas y de los caciques-empresarios las instituciones que los capaciten para que el día de mañana asuman el poder y administren las riquezas mal habidas, para el pueblo instituciones educativas de mala calidad, es decir patito como dice el pueblo, que producen año con año un ejército de desempleados porque ya ni en el nivel técnico se encuentra trabajo, a lo sumo producen mano de obra semicalificada para las maquiladoras.
El atraso cultural, educativo y económico se acentúa en la medida de la aplicación de las políticas neoliberales a las que recurren los diferentes grupos de poder caciquil, independientemente del color partidista con el que envuelvan, sus pugnas son conciliables y qué importa entre ellos si ayer Guadarrama era priista y hoy es perredista, por lo que hace sigue siendo priista sólo que con camiseta amarilla, caso que condensa la verdadera esencia de los diferentes grupos caciquiles-empresariales que hoy detentan la administración pública y el poder económico como siempre.
La pobreza y la miseria en nuestro estado cada vez son más inocultables que hipócritamente reconocen funcionarios y políticos que de siempre han vivido del erario público, rasgándose las vestiduras pero que en cada medida política de este gobierno no hacen más que reproducir el régimen neoliberal que engendra a diario miseria y pobreza que se expresa en la voz del pueblo cuando dice que “no tenemos ni qué comer”.
A estos políticos de derecha y centro de diferentes matices es a quien les preocupa y aterroriza que el pueblo se organice, que pida y exija sus derechos por la vía de la organización y la movilización, a todos ellos les asusta el cuestionamiento de estas instituciones, sus instituciones que sólo sirven para legitimar el régimen de opresión política que vivimos, por eso condenan toda manifestación popular que atente contra sus mezquinos intereses y exigen “todo el peso de la ley”, que no es otra cosa que la aplicación de más medidas fascistas.
Sólo así se puede explicar el secuestro del zócalo de Oaxaca por la PFP y su actuar mancomunado con los grupos de paramilitares formados con funcionarios priistas; sólo así se puede comprender el cerco policíaco-militar en torno al congreso del estado para que el 1º de diciembre se pueda realizar la ceremonia de imposición de Felipe Calderón quien sólo podrá permanecer en el anhelado puesto con los puntales del aparato represivo constituido precisamente por esas instituciones que destilan podredumbre y los cuerpos policíaco-militares.
La polarización de nuestra sociedad es inocultable y Oaxaca es uno más de los síntomas del estallido social que se gesta en el país, ¡A prepararse conscientemente!, ¡A buscar contacto con los revolucionarios del PDPR-EPR!, ¡A leer y distribuir la propaganda revolucionaria!
¡POR LA REVOLUCION SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARA!
COMITÉ ESTATAL DEL
PARTIDO DEMOCRATICO POPULAR REVOLUCIONARIO - PDPR
COMANDANCIA MILITAR DE ZONA DEL
EJÉRCITO POPULAR REVOLUCIONARIO - EPR
Año 42
Hidalgo, a 27 de noviembre de 2006
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2006 11 28
AL PUEBLO DE MEXICO
AL PUEBLO DE MICHOACAN
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN NACIONALES E INTERNACIONALES
A LOS DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS
¡HERMANAS, HERMANOS, CAMARADAS!
El gobierno de Fox, el cual ha terminado, tomó como eje rector de su política la fascistización de la sociedad, nada nuevo que viniera a resolver los grandes problemas nacionales, éstos se agravaron, se agudizaron, crecieron y entrega un país enormemente empobrecido producto de las políticas neoliberales exigidas por los instrumentos financieros del imperialismo y aplicadas solícitamente por la administración foxista.
La situación de miseria de más de 40 millones de mexicanos y la pobreza que suman más de 78 millones, el galopante desempleo, la falta de salud, vivienda, educación siguen siendo problemas no resueltos a favor del pueblo, las medidas que se adoptaron para su supuesta solución fueron de carácter contrainsurgente y clientelar como los changarros, el vocho, progresa, oportunidades, seguro popular, procede, procampo que sólo han servido para fomentar la corrupción y el sostenimiento de una burocracia buscando únicamente mediatizar el descontento popular y hacer proselitismo para la ultraderecha.
El cambio se reflejó sólo en la protección de los grupos que lo llevaron al poder, a los grupos de poder vinculados al crimen organizado, pero sobre todo a los criminales de cuello blanco y a los allegados de la familia Fox-Bribiesca, mientras que las contradicciones sociales siguen en aumento y los problemas propios del descontento y la descomposición social son el fiel reflejo de la profundización de la crisis económica y política del país.
La corrupción, el ultraje a los mexicanos, el nepotismo, la indolencia, la represión en todas sus modalidades, el despojo de los derechos sociales y la intentona por desaparecer los derechos políticos de los mexicanos son sólo parte de lo que es la ultraderecha en México, la cual continuará durante otros seis años con el señor de las manos limpias, el ilegitimo Felipe de Jesús Calderón Hinojosa. Si con Fox tuvimos un presidente mitómano y esquizo, con Felipe habrá un presidente adicto a la represión.
Nada nuevo espera el pueblo con Felipe Calderón sólo la continuidad de una política económica neoliberal que le de prolongación al proyecto de la ultraderecha en nuestro país. De hecho la presentación de una parte del gabinete calderonista nos indica la ofensiva que viene en contra del pueblo, pues han sido participes directos al planificar la vida económica del país desde que la política neoliberal se lleva a cabo en México, en el que incluyen la protección a los monopolios transnacionales, la dependencia hacia ellos, a los Estados Unidos y a los organismos financieros internacionales que imponen la globalización y el neoliberalismo como receta para el “desarrollo”.
La alianza gobernante PRI-PAN y la cúpula de la iglesia es en función de garantizar supervivencia y prolongación del régimen neoliberal, operan amparados en el falaz argumento de la estabilidad social y en el supuesto estado de derecho que dicen defender, respaldados ampliamente por la oligarquía más reaccionaria y recalcitrante ligada al actual régimen con rostro panista, la cual sigue pugnando por la supresión de todas las libertades y los derechos constitucionales, no es el pueblo el que rige los destinos del país es la oligarquía la que define la política a seguir en función de sus intereses, eso quedó de manifiesto el 2 de julio con el fraude largamente anunciado y la imposición de Calderón como presidente.
La represión contra toda idea progresista o que no coincida con los postulados de la ultraderecha son reprimidos, la protesta social y política por mínima que sea es sinonimo de ataque a las instituciones y al estado de derecho, pero el pueblo no puede seguir respetando a las instituciones que sólo sirven para legitimar el despojo, la represión, la miseria, la pobreza, la marginación, esas instituciones no están para la defensa de los intereses populares, han sido diseñadas para el sometimiento y explotación asalariada, a través de ellas se valida la represión contra nuestros hermanos de Oaxaca, se valieron de ellas para reprimir en Atenco y en Sicartsa, a través de ellas es como se concreta la criminalización del descontento y la protesta social, se justifica la represión masiva y selectiva, a través de ellas se pasa de la amenaza velada al asesinato selectivo.
En el país se padecen los efectos del fracaso del neoliberalismo como política económica, aunado a ello se vive una creciente ola de violencia auspiciada, fomentada y generada por el propio Estado, por que los grupos de choque, los paramiulitares, los escuadrones de la muerte son protegidos y creados desde las estructuras gubernamentales como el ejército, la Policia Federal Preventiva, La marina, el Yunque, los mercenarios de dios. El resultado de estos seis años es que los grupos de delincuentes son estructurados, dirigidos y en el menor de los casos protegidos por el el gobierno foxista, no es casualidad que en este gobierno la delincuencia organizada creciera sin parangón.
Hoy el escenario de la represión es Oaxaca, donde se está implementando una nueva faceta de la guerra sucia, caracterizada por los métodos fascistas y la gran saña e impunidad con que se conducen el aparato policiaco, militar y paramilitar del gobierno mexicano, donde hacen uso de las técnicas empleadas por los militares y policías de Estados Unidos e Israel, todo con tal de mantener en el puesto a un tirano.
Los sucesos de Oaxaca son producto de la indolencia, la intolerancia y la política represiva del gobierno estatal, responsabilidad personal del déspota de Ulises Ruiz Ortiz, cuyo gobierno es sostenido por el foxismo, alianza que se traduce en el apoyo recíproco para recibir el respaldo en la imposición de Calderón.
Son un puñado de caciques-empresarios los que se aferran a sostener en el poder al tirano de Ulises Ruiz Ortiz, a costa de lo que sea pretenden salvaguardar su condición de grupos dominantes, por ello los sendos llamados a la unidad y al diálogo en nombre de la paz y la democracia sólo reflejan el grado de cinismo y el doble discurso con que se conducen estos señores, mientras que a punta de garrote y gas lacrimógeno de la PFP y de la actuación de los paramilitares y grupos de choque pretenden doblegar a los convocados al diálogo, es decir, pretenden que se llegue al diálogo de rodillas, sometidos al estado de derecho oligárquico.
Oaxaca es un síntoma del estallido social producto de las consecuencias inherentes del capitalismo y de la política neoliberal aplicada para generar mayor riqueza y dominio para la oligarquía, la esencia es que el pueblo no está ya en condiciones de seguir en la antidemocracia, de la imposición de gobernantes antipopulares y de la opresión política y económica. He ahí las razones, las causas de la movilización popular.
Suponer que con la “fuerza del Estado” van a acallar el gran descontento social que se está generalizando en todo el país, es una equivocación de cálculo de quienes se asumen como administradores de los intereses oligárquicos porque con balas, garrotes y gases no es como se gobierna a un pueblo, mucho menos con la militarización y la constante violación a las garantías individuales y de los derechos humanos. Históricamente en nuestro país cuando eso sucede el pueblo activa sus mecanismos de lucha y eso es precisamente lo que está sucediendo en Oaxaca.
El pueblo de Oaxaca no es una entidad aislada, forma parte de todo un pueblo, del pueblo mexicano, por eso es necesario seguir brindando toda la solidaridad posible al movimiento popular de aquella entidad para no permitir que la ultraderecha en santa alianza con el PRI nos impongan su voluntad y su paz, que es la paz de los sepulcros. La solución del conflicto necesariamente pasa por la renuncia del déspota de URO, cualquier medida que no contemple su renuncia simplemente prolonga y agudiza el conflicto social.
En Michoacán los grupos de poder que participan en el crimen organizado no es nuevo, eso es conocido desde las administraciones priistas, la novedad consiste en que hoy la prensa le ha puesto más atención, son grupos ligados al poder en sus diferentes niveles y obedecen siempre a intereses económicos y políticos que le han venido dando sustento a este régimen neoliberal.
El gobernador del estado, el Antropólogo Lázaro Cárdenas Batel tiene razón al afirmar que el problema del crimen organizado es un fenómeno nacional y que Michoacán no está ajeno a ello, sólo que omite o no se da cuenta que en nuestro estado se repiten los mismos vicios y métodos de regímenes anteriores, es decir, la tranza y la corrupción, situación que abona el terreno ya de por si fértil para estos grupos que de una manera o de otra tienen vínculos con las estructuras de poder, no hay que olvidar que en México la delincuencia y el crimen organizado es estructurado desde el Estado.
Combatir el crimen organizado no está en tener mejor o más elementos y estructura logística de los cuerpos policiacos o el uso del ejército mexicano, hacerlo de esta manrea es hacer eco a la política de ultraderecha que se apega al fascismo; no es militarizando nuestra entidad como se resuelve este problema, asumirlo así constituye una salida equivocada que viene en detrimento de las garantías, porque es del conocimiento público que los principales encargados de combatir al crimen organizado terminan dándole protección a éste, ejemplos sobran, sólo hace falta recorrer Apatzingan, Tepalcatepec, Lázaro Cárdenas, Pátzcuaro, Zamora, Uruapan, Morelia, Aguililla, Buenavista, Huetamo, Tacámbaro, Nucupétaro… para constatar que la violación de los derechos constitucionales es algo cotidiano bajo el argumento de combatir un fenómeno que crece porque así conviene a la ultraderecha y a los grupos de poder que buscan recuperar Michoacán para el PRI o el PAN, principales interesados en que la delincuencia organizada se desborde para crear un ambiente de zozobra que justifique la militarización y las medidas fascistas que tiene en mente Felipe Calderón.
Hechos como las diferentes ejecuciones en diferentes partes de la goegrafía michoacana y como los sucesos ocurridos al interior del CERESO, David Franco, sólo reflejan el grado de corrupción, del tráfico de influencias, de la protección de las diferentes policías y por supuesto de la participación directa de los funcionarios del estado involucrados en actividades ilícitas.
Nuevos brotes de violencia se vienen generando a partir de la tala clandestina e ilegal que realizan los diferentes grupos de talamontes, ahora los enfrentamientos son directos de éstos con la población y de ello el gobierno del estado sigue en la indolencia y las salidas fáciles; lejos de combatir a los grupos que cometen ecocidio se persigue, se presiona y pretende castigar a los pueblos que con justeza defienden su patrimonio colectivo.
Es del conocimiento público que algunos funcionarios de varios niveles de este “gobierno diferente, un gobierno con la gente”, protegen y benefician a los talamontes de la Meseta P’urhépecha, del oriente y de la sierra de Coalcomán; mientras a los que defienden sus bosques y cortan un árbol para sus necesidades primordiales, de donde no obtienen ningún monto económico los tratan como delincuentes, con duras penas federales que los refunden en la cárcel, mientras los verdaderos criminales y mafiosos de la madera cuando se les denuncia gozan de impunidad.
La política de destinar cuantiosos recursos al rubro de seguridad ha constituido un fracaso simplemente porque la pobreza no se combate con más cuerpos policíacos, ni con el fortalecimiento de los represivos GOE’s; tampoco lo es fomentando la emigración por diferentes medios; de seguir en la línea de fortalecer el aparato policíaco se transita por la ruta de la militarización y la fascistización de la sociedad que tanto busca la ultraderecha, salida que anhela Felipe Calderón.
Ya hemos visto los resultados de esa política y los problemas de miseria, desnutrición, desempleo, salarios bajos, ignorancia, falta de salud, educación básica y superior siguen siendo los problemas centrales de los michoacanos, consecuencia directa de darle prioridad al combate a la inseguridad vía fortalecimiento de los cuerpos policíacos y militares.
La migración sigue siendo una realidad en el estado a pesar de los anuncios que a hecho el secretario de economía del estado, donde según se ha logrado colocar a los michoacanos en el empleo, esto no se ve en los altos índices de desempleo y la mano de obra que sale expulsada de nuestro estado no sólo al extranjero sino a diferentes partes de la República Mexicana.
¿Por qué no se ha avanzado en la solución de los problemas populares? La respuesta debe darla el mismo jefe del Ejecutivo estatal, lo que se puede adelantar es que mientras se siga siendo rehén de los grupos de poder local, los oligarcas estatales seguirán acrecentando sus fortunas sobre la base del empobrecimiento del pueblo michoacano, porque mientras los grupos de poder económico hacen jugosos negocios en la construcción de “proyectos urbanos” son cada vez más michoacanos los que se les expulsa al extranjero.
¡Pueblo de México! Termina un sexenio, el sexenio foxista y se impone a Felipe Calderón quien habrá de seguir dando continuidad al régimen neoliberal, el nuevo administrador de los intereses oligárquicos quien habrá de darle protección a la familia Fox-Bribiesca como parte del pacto para cubrirse mutuamente las espaldas, esencia de la alianza PAN-PRI.
La resistencia popular debe continuar, la lucha contra la ultraderecha y contra el régimen debe mantenerse bajo la táctica de combinar todas las formas de lucha, desarrollándolas, buscando la unidad de todo el pueblo contra el gobierno antipopular, contra los gobiernos neoliberales, sin olvidar que la lucha anticapitalista, la lucha antiglobalización y antineoliberal debe estar ligada al proyecto libertador de la lucha por el socialismo.
¡A BUSCAR EL CONTACTO CON LOS REVOLUCIONARIOS!
¡A BUSCAR EL CONTACTO CON EL PDPR-EPR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡POR LA REVOLUCION SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARA!
COMITÉ ESTATAL DEL
PARTIDO DEMOCRATICO POPULAR REVOLUCIONARIO - PDPR
COMANDANCIA MILITAR DE ZONA DEL
EJERCITO POPULAR REVOLUCIONARIO - EPR
Año 42
Michoacán de Ocampo, a 28 de noviembre de 2006.
AL PUEBLO DE MEXICO
AL PUEBLO DE HIDALGO
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN NACIONALES E INTERNACIONALES
A LOS ORGANISMOS DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS
¡HERMANAS, HERMANOS, CAMARADAS!
Hermanos oaxaqueños, el auge y algidez de su digna lucha que mantienen por medio año, es parte del proceso de transformación revolucionaria a la que nos encaminamos y empujamos los oprimidos y explotados por construir una patria sin desigualdades.
En las distintas regiones de nuestro estado, campesinos-indígenas, trabajadores del campo y la ciudad, al igual que ustedes, enfrentamos en un pasado reciente principalmente en el campo los embates frontales del ejército federal y bandas paramilitares que protegían y servían a sanguinarios caciques, estos subhumanos de la horca y cuchillo que despojaban de sus tierras a sus legítimos dueños, acasillaban a familias enteras para explotarlas hasta la muerte, torturaban y asesinaban a todo aquel que levantara la vista y la voz ante sus verdugos, ellos eran la autoridad, la ley, la opresión política y la barbarie era su justicia.
En las colonias populares de las principales ciudades y en los centros de trabajo se repetía lo mismo, marginación, sobreexplotación y represión como el proceso de usufructuar y apropiamiento de la riqueza producida por todo un pueblo para beneficio de la elite gobernante, una burguesía de carácter caciquil que ha detentado el poder desde siempre, es por eso que el ejecutivo estatal y principales círculos del poder han estado sólo en manos de unas cuantas familias de origen priísta fundamentalmente.
Por ello en Hidalgo, como en Oaxaca y a todo la ancho y largo del país y en sus distintas etapas históricas, la lucha de clases siempre ha estado viva de manera real, aunque conceptualmente pretenda tergiversarla y formalmente anularla del contexto sociopolítico actual, pero sus manifestaciones son de lo más diverso y desigual, que cruza por momentos de “calma” hasta su agudización como la etapa que hoy vivimos, que al pueblo se le pretende vencer con violencia y el pueblo responde con la violencia en uso legítimo de la autodefensa.
Muestra de que la lucha de clases no puede dejar de existir en el capitalismo por decreto del imperialismo, ni con los más “variados” relevos de las diferentes raleas del gobierno burgués, como tampoco puede ser sustituida con la limitada y elitista actividad de los políticos de oficio en su lucha del poder por el poder, menos aun por acomodaticias conclusiones de algunos intelectuales, estudiosos y periodistas que se indignan y ofenden cada vez que el movimiento popular o revolucionario hace valer sus derechos y defiende sus intereses.
La lucha de clases se concretiza por una parte en la implementación de las distintas formas de lucha, organización, movilización y acción de los distintos sectores del pueblo en la conquista por sus demandas inmediatas e históricas, en los ámbitos legal y clandestino; la otra parte se compone de la burguesía que mediante sus diferentes formas antipopulares y represivas siempre estará empeñada en negarse a resolver satisfactoriamente nuestras legítimas demandas e imponer sus mezquinos intereses.
Como elemento engendrado por el injusto sistema capitalista, por su probada capacidad de justicia popular y transformador social, la lucha de clases siempre ha estado ahí -en Oaxaca- al igual que se encuentra viva en las distintas regiones del país, con dinámicas y desarrollo propio. Su notoriedad masiva y trascendencia histórica depende de la relevancia política, económica y social que tengan las demandas enarboladas con respecto al régimen imperante, pero sobre todo, si las reivindicaciones y las formas de lucha impulsadas están trastocando las corruptas, espurias y por tanto caducas instituciones del poder burgués, porque de ello depende con la rabia y saña con que responda éste al pueblo en lucha.
Contrario a la “optimista” opinión de líderes neoportunistas, la parte gubernamental y la prensa comprometida con la oligarquía: el regreso a la “normalidad”, la “distensión”, “reconciliación” e “instauración del estado de derecho”, son sólo autojustificaciones para imponer un estado de sitio militar-policíaco, falsas declaraciones que utilizan como coartada para encubrir la etapa más crítica y riesgosa para el movimiento popular.
Porque bajo el supuesto “estado de derecho” y que las “aguas vuelven a su nivel” comunmente el movimiento en un exceso de confianza se desmovilizan de manera relajada; bajan la guardia en las medidas esenciales de protección personal y colectiva; la atención nacional e internacional de la prensa, de los diferentes organismos gubernamentales y no gubernamentales disminuye notablemente, creándose con ello el momento idóneo para que los distintos cuerpos policíacos, militares y paramilitares, abiertos y clandestinos del Estado intensifiquen de manera selectiva, sistemática y jerárquica la guerra sucia contra el pueblo, mediante la desaparición forzada y asesinato en base a lista proporcionada por los infiltrados del movimiento, visores y orejas que merodean a los distintos núcleos de activistas de la APPO y organismos solidarios, que no necesariamente serán quienes figuraron como voceros y la dirección colectiva del movimiento, el objetivo es destruir a los más consecuentes y avanzado del movimiento, es decir a los que no se corrompan ni claudiquen.
La alerta es para todos quienes se mantienen movilizados en resistencia activa, cumpliendo las nuevas tareas y comisiones que la actual etapa exige, deben conservar la unidad orgánica y funcionalidad como organización popular, actualizar y revisar la lista de brigadistas y comisionados corroborando que estén en sus lugres de origen, que llegaron a la tarea encomendada, hay que proceder ya de manera acorde con los infiltrados y delatores; continuar con la exigencia de cancelación definitiva de las órdenes de aprehensión, libertad a los presos políticos y presentación con vida a los detenidos desaparecidos. A proteger a los hombres y mujeres de avanzada, a revolucionarios y manteniendo estricto control en nuestras comunidades.
A los distintos medios de comunicación masiva y organismos defensores de los derechos humanos, les decimos que es este el peor momento para retirarse de Oaxaca, pues deja brecha libre para la guerra sorda y que imperen a sus anchas la impunidad; las corresponsalías de la prensa deben mantenerse y las misiones de ONG tiene que intensificarse, ambas por ética y solidaridad, los llamamos a seguir brindando la solidaridad, la venta de la nota debe quedar rebasada al igual que los protagonismos es la hora de la verdad.
Retomando el punto de la situación local de nuestra entidad federativa, nos enfrentamos a un demagogo gobernador que se proclama junto con de su gabinete partidario por una reforma de Estado, pero en realidad es una actitud oportunista secundado a la línea del PRI de darle un espaldarazo a Felipe Calderón para obtener prebendas económicas, sobre todas las cosas, y políticas para su partido y administración.
De esta manera es que la fiebre de “demócratas de discurso” exigidos por la crisis política actual, llega hasta nuestras tierras, pero que se evidencía que es sólo una política mediática. ¿Un paladín de la “democracia y justicia”? no debería tener a la gran mayoría de sus “gobernados” con grandes e irreversibles rezagos en los aspectos económicos y sociales, resultado de la continuidad de una administración que ya duró más de siete años cuyo carácter caciquil-empresarial podría obtener otros resultados que puras injusticias.
Hidalgo, de manera acelerada y continua se encuentra entre los principales estados de la República con más emigración, cambiando radicalmente los destinos de nuestros hermanos que normalmente eran Nuevo León, Tamaulipas, DF y Coahuila, por los Estados Unidos profundizando aun más el drama social que representa la emigración de un miembro de la familia y varios del núcleo de población.
Como consecuencia de la marginación y miseria que prevalece en el campo, en un estado donde el más del 60 por ciento de sus poblaciones son rurales y de éstas casi la mitad pertenecen a una etnia, la mayoría de las poblaciones en la actualidad son caseríos en los que la desolación y la miseria cunden por doquier resultado de falta de oportunidades o despojos. En estos pueblos hay coraje e indignación, que no cabe en los estudios de politólogos posmodernista y molesta a políticos coyunturales.
Reproduciendo a calca las políticas neoliberales instalan maquiladoras como solución a la grandes carencias de empleo, que en sí, son medidas que sólo benefician a la oligarquía nacional y extranjera, y a los trabajadores les impone como única alternativa, inhumanas e injustas condiciones de trabajo por salarios de hambre y por su puesto sin seguridad ni garantía de empleo permanente. Eso sí cada maquiladora que se instala es motivo de encendidos discursos por políticos de toda laya en donde se “combate” al desempleo, discursos que la misma realidad se encarga de mandarlos al basurero porque esos empleos que dicen generar son remunerados con salarios miserables y jornadas de explotación sobrehumana.
Que decir de la educación como en el resto del país se aplican políticas neoliberales tendientes a la privatización de ella, con la característica de sumar formas caciquiles-empresariales de gobernar que se amalgaman para allanar el camino de la privatización de la educación, en donde ésta cada vez es más un privilegio y no un derecho, para los hijos de los oligarcas y de los caciques-empresarios las instituciones que los capaciten para que el día de mañana asuman el poder y administren las riquezas mal habidas, para el pueblo instituciones educativas de mala calidad, es decir patito como dice el pueblo, que producen año con año un ejército de desempleados porque ya ni en el nivel técnico se encuentra trabajo, a lo sumo producen mano de obra semicalificada para las maquiladoras.
El atraso cultural, educativo y económico se acentúa en la medida de la aplicación de las políticas neoliberales a las que recurren los diferentes grupos de poder caciquil, independientemente del color partidista con el que envuelvan, sus pugnas son conciliables y qué importa entre ellos si ayer Guadarrama era priista y hoy es perredista, por lo que hace sigue siendo priista sólo que con camiseta amarilla, caso que condensa la verdadera esencia de los diferentes grupos caciquiles-empresariales que hoy detentan la administración pública y el poder económico como siempre.
La pobreza y la miseria en nuestro estado cada vez son más inocultables que hipócritamente reconocen funcionarios y políticos que de siempre han vivido del erario público, rasgándose las vestiduras pero que en cada medida política de este gobierno no hacen más que reproducir el régimen neoliberal que engendra a diario miseria y pobreza que se expresa en la voz del pueblo cuando dice que “no tenemos ni qué comer”.
A estos políticos de derecha y centro de diferentes matices es a quien les preocupa y aterroriza que el pueblo se organice, que pida y exija sus derechos por la vía de la organización y la movilización, a todos ellos les asusta el cuestionamiento de estas instituciones, sus instituciones que sólo sirven para legitimar el régimen de opresión política que vivimos, por eso condenan toda manifestación popular que atente contra sus mezquinos intereses y exigen “todo el peso de la ley”, que no es otra cosa que la aplicación de más medidas fascistas.
Sólo así se puede explicar el secuestro del zócalo de Oaxaca por la PFP y su actuar mancomunado con los grupos de paramilitares formados con funcionarios priistas; sólo así se puede comprender el cerco policíaco-militar en torno al congreso del estado para que el 1º de diciembre se pueda realizar la ceremonia de imposición de Felipe Calderón quien sólo podrá permanecer en el anhelado puesto con los puntales del aparato represivo constituido precisamente por esas instituciones que destilan podredumbre y los cuerpos policíaco-militares.
La polarización de nuestra sociedad es inocultable y Oaxaca es uno más de los síntomas del estallido social que se gesta en el país, ¡A prepararse conscientemente!, ¡A buscar contacto con los revolucionarios del PDPR-EPR!, ¡A leer y distribuir la propaganda revolucionaria!
¡POR LA REVOLUCION SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARA!
COMITÉ ESTATAL DEL
PARTIDO DEMOCRATICO POPULAR REVOLUCIONARIO - PDPR
COMANDANCIA MILITAR DE ZONA DEL
EJÉRCITO POPULAR REVOLUCIONARIO - EPR
Año 42
Hidalgo, a 27 de noviembre de 2006
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2006 11 28
AL PUEBLO DE MEXICO
AL PUEBLO DE MICHOACAN
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN NACIONALES E INTERNACIONALES
A LOS DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS
¡HERMANAS, HERMANOS, CAMARADAS!
El gobierno de Fox, el cual ha terminado, tomó como eje rector de su política la fascistización de la sociedad, nada nuevo que viniera a resolver los grandes problemas nacionales, éstos se agravaron, se agudizaron, crecieron y entrega un país enormemente empobrecido producto de las políticas neoliberales exigidas por los instrumentos financieros del imperialismo y aplicadas solícitamente por la administración foxista.
La situación de miseria de más de 40 millones de mexicanos y la pobreza que suman más de 78 millones, el galopante desempleo, la falta de salud, vivienda, educación siguen siendo problemas no resueltos a favor del pueblo, las medidas que se adoptaron para su supuesta solución fueron de carácter contrainsurgente y clientelar como los changarros, el vocho, progresa, oportunidades, seguro popular, procede, procampo que sólo han servido para fomentar la corrupción y el sostenimiento de una burocracia buscando únicamente mediatizar el descontento popular y hacer proselitismo para la ultraderecha.
El cambio se reflejó sólo en la protección de los grupos que lo llevaron al poder, a los grupos de poder vinculados al crimen organizado, pero sobre todo a los criminales de cuello blanco y a los allegados de la familia Fox-Bribiesca, mientras que las contradicciones sociales siguen en aumento y los problemas propios del descontento y la descomposición social son el fiel reflejo de la profundización de la crisis económica y política del país.
La corrupción, el ultraje a los mexicanos, el nepotismo, la indolencia, la represión en todas sus modalidades, el despojo de los derechos sociales y la intentona por desaparecer los derechos políticos de los mexicanos son sólo parte de lo que es la ultraderecha en México, la cual continuará durante otros seis años con el señor de las manos limpias, el ilegitimo Felipe de Jesús Calderón Hinojosa. Si con Fox tuvimos un presidente mitómano y esquizo, con Felipe habrá un presidente adicto a la represión.
Nada nuevo espera el pueblo con Felipe Calderón sólo la continuidad de una política económica neoliberal que le de prolongación al proyecto de la ultraderecha en nuestro país. De hecho la presentación de una parte del gabinete calderonista nos indica la ofensiva que viene en contra del pueblo, pues han sido participes directos al planificar la vida económica del país desde que la política neoliberal se lleva a cabo en México, en el que incluyen la protección a los monopolios transnacionales, la dependencia hacia ellos, a los Estados Unidos y a los organismos financieros internacionales que imponen la globalización y el neoliberalismo como receta para el “desarrollo”.
La alianza gobernante PRI-PAN y la cúpula de la iglesia es en función de garantizar supervivencia y prolongación del régimen neoliberal, operan amparados en el falaz argumento de la estabilidad social y en el supuesto estado de derecho que dicen defender, respaldados ampliamente por la oligarquía más reaccionaria y recalcitrante ligada al actual régimen con rostro panista, la cual sigue pugnando por la supresión de todas las libertades y los derechos constitucionales, no es el pueblo el que rige los destinos del país es la oligarquía la que define la política a seguir en función de sus intereses, eso quedó de manifiesto el 2 de julio con el fraude largamente anunciado y la imposición de Calderón como presidente.
La represión contra toda idea progresista o que no coincida con los postulados de la ultraderecha son reprimidos, la protesta social y política por mínima que sea es sinonimo de ataque a las instituciones y al estado de derecho, pero el pueblo no puede seguir respetando a las instituciones que sólo sirven para legitimar el despojo, la represión, la miseria, la pobreza, la marginación, esas instituciones no están para la defensa de los intereses populares, han sido diseñadas para el sometimiento y explotación asalariada, a través de ellas se valida la represión contra nuestros hermanos de Oaxaca, se valieron de ellas para reprimir en Atenco y en Sicartsa, a través de ellas es como se concreta la criminalización del descontento y la protesta social, se justifica la represión masiva y selectiva, a través de ellas se pasa de la amenaza velada al asesinato selectivo.
En el país se padecen los efectos del fracaso del neoliberalismo como política económica, aunado a ello se vive una creciente ola de violencia auspiciada, fomentada y generada por el propio Estado, por que los grupos de choque, los paramiulitares, los escuadrones de la muerte son protegidos y creados desde las estructuras gubernamentales como el ejército, la Policia Federal Preventiva, La marina, el Yunque, los mercenarios de dios. El resultado de estos seis años es que los grupos de delincuentes son estructurados, dirigidos y en el menor de los casos protegidos por el el gobierno foxista, no es casualidad que en este gobierno la delincuencia organizada creciera sin parangón.
Hoy el escenario de la represión es Oaxaca, donde se está implementando una nueva faceta de la guerra sucia, caracterizada por los métodos fascistas y la gran saña e impunidad con que se conducen el aparato policiaco, militar y paramilitar del gobierno mexicano, donde hacen uso de las técnicas empleadas por los militares y policías de Estados Unidos e Israel, todo con tal de mantener en el puesto a un tirano.
Los sucesos de Oaxaca son producto de la indolencia, la intolerancia y la política represiva del gobierno estatal, responsabilidad personal del déspota de Ulises Ruiz Ortiz, cuyo gobierno es sostenido por el foxismo, alianza que se traduce en el apoyo recíproco para recibir el respaldo en la imposición de Calderón.
Son un puñado de caciques-empresarios los que se aferran a sostener en el poder al tirano de Ulises Ruiz Ortiz, a costa de lo que sea pretenden salvaguardar su condición de grupos dominantes, por ello los sendos llamados a la unidad y al diálogo en nombre de la paz y la democracia sólo reflejan el grado de cinismo y el doble discurso con que se conducen estos señores, mientras que a punta de garrote y gas lacrimógeno de la PFP y de la actuación de los paramilitares y grupos de choque pretenden doblegar a los convocados al diálogo, es decir, pretenden que se llegue al diálogo de rodillas, sometidos al estado de derecho oligárquico.
Oaxaca es un síntoma del estallido social producto de las consecuencias inherentes del capitalismo y de la política neoliberal aplicada para generar mayor riqueza y dominio para la oligarquía, la esencia es que el pueblo no está ya en condiciones de seguir en la antidemocracia, de la imposición de gobernantes antipopulares y de la opresión política y económica. He ahí las razones, las causas de la movilización popular.
Suponer que con la “fuerza del Estado” van a acallar el gran descontento social que se está generalizando en todo el país, es una equivocación de cálculo de quienes se asumen como administradores de los intereses oligárquicos porque con balas, garrotes y gases no es como se gobierna a un pueblo, mucho menos con la militarización y la constante violación a las garantías individuales y de los derechos humanos. Históricamente en nuestro país cuando eso sucede el pueblo activa sus mecanismos de lucha y eso es precisamente lo que está sucediendo en Oaxaca.
El pueblo de Oaxaca no es una entidad aislada, forma parte de todo un pueblo, del pueblo mexicano, por eso es necesario seguir brindando toda la solidaridad posible al movimiento popular de aquella entidad para no permitir que la ultraderecha en santa alianza con el PRI nos impongan su voluntad y su paz, que es la paz de los sepulcros. La solución del conflicto necesariamente pasa por la renuncia del déspota de URO, cualquier medida que no contemple su renuncia simplemente prolonga y agudiza el conflicto social.
En Michoacán los grupos de poder que participan en el crimen organizado no es nuevo, eso es conocido desde las administraciones priistas, la novedad consiste en que hoy la prensa le ha puesto más atención, son grupos ligados al poder en sus diferentes niveles y obedecen siempre a intereses económicos y políticos que le han venido dando sustento a este régimen neoliberal.
El gobernador del estado, el Antropólogo Lázaro Cárdenas Batel tiene razón al afirmar que el problema del crimen organizado es un fenómeno nacional y que Michoacán no está ajeno a ello, sólo que omite o no se da cuenta que en nuestro estado se repiten los mismos vicios y métodos de regímenes anteriores, es decir, la tranza y la corrupción, situación que abona el terreno ya de por si fértil para estos grupos que de una manera o de otra tienen vínculos con las estructuras de poder, no hay que olvidar que en México la delincuencia y el crimen organizado es estructurado desde el Estado.
Combatir el crimen organizado no está en tener mejor o más elementos y estructura logística de los cuerpos policiacos o el uso del ejército mexicano, hacerlo de esta manrea es hacer eco a la política de ultraderecha que se apega al fascismo; no es militarizando nuestra entidad como se resuelve este problema, asumirlo así constituye una salida equivocada que viene en detrimento de las garantías, porque es del conocimiento público que los principales encargados de combatir al crimen organizado terminan dándole protección a éste, ejemplos sobran, sólo hace falta recorrer Apatzingan, Tepalcatepec, Lázaro Cárdenas, Pátzcuaro, Zamora, Uruapan, Morelia, Aguililla, Buenavista, Huetamo, Tacámbaro, Nucupétaro… para constatar que la violación de los derechos constitucionales es algo cotidiano bajo el argumento de combatir un fenómeno que crece porque así conviene a la ultraderecha y a los grupos de poder que buscan recuperar Michoacán para el PRI o el PAN, principales interesados en que la delincuencia organizada se desborde para crear un ambiente de zozobra que justifique la militarización y las medidas fascistas que tiene en mente Felipe Calderón.
Hechos como las diferentes ejecuciones en diferentes partes de la goegrafía michoacana y como los sucesos ocurridos al interior del CERESO, David Franco, sólo reflejan el grado de corrupción, del tráfico de influencias, de la protección de las diferentes policías y por supuesto de la participación directa de los funcionarios del estado involucrados en actividades ilícitas.
Nuevos brotes de violencia se vienen generando a partir de la tala clandestina e ilegal que realizan los diferentes grupos de talamontes, ahora los enfrentamientos son directos de éstos con la población y de ello el gobierno del estado sigue en la indolencia y las salidas fáciles; lejos de combatir a los grupos que cometen ecocidio se persigue, se presiona y pretende castigar a los pueblos que con justeza defienden su patrimonio colectivo.
Es del conocimiento público que algunos funcionarios de varios niveles de este “gobierno diferente, un gobierno con la gente”, protegen y benefician a los talamontes de la Meseta P’urhépecha, del oriente y de la sierra de Coalcomán; mientras a los que defienden sus bosques y cortan un árbol para sus necesidades primordiales, de donde no obtienen ningún monto económico los tratan como delincuentes, con duras penas federales que los refunden en la cárcel, mientras los verdaderos criminales y mafiosos de la madera cuando se les denuncia gozan de impunidad.
La política de destinar cuantiosos recursos al rubro de seguridad ha constituido un fracaso simplemente porque la pobreza no se combate con más cuerpos policíacos, ni con el fortalecimiento de los represivos GOE’s; tampoco lo es fomentando la emigración por diferentes medios; de seguir en la línea de fortalecer el aparato policíaco se transita por la ruta de la militarización y la fascistización de la sociedad que tanto busca la ultraderecha, salida que anhela Felipe Calderón.
Ya hemos visto los resultados de esa política y los problemas de miseria, desnutrición, desempleo, salarios bajos, ignorancia, falta de salud, educación básica y superior siguen siendo los problemas centrales de los michoacanos, consecuencia directa de darle prioridad al combate a la inseguridad vía fortalecimiento de los cuerpos policíacos y militares.
La migración sigue siendo una realidad en el estado a pesar de los anuncios que a hecho el secretario de economía del estado, donde según se ha logrado colocar a los michoacanos en el empleo, esto no se ve en los altos índices de desempleo y la mano de obra que sale expulsada de nuestro estado no sólo al extranjero sino a diferentes partes de la República Mexicana.
¿Por qué no se ha avanzado en la solución de los problemas populares? La respuesta debe darla el mismo jefe del Ejecutivo estatal, lo que se puede adelantar es que mientras se siga siendo rehén de los grupos de poder local, los oligarcas estatales seguirán acrecentando sus fortunas sobre la base del empobrecimiento del pueblo michoacano, porque mientras los grupos de poder económico hacen jugosos negocios en la construcción de “proyectos urbanos” son cada vez más michoacanos los que se les expulsa al extranjero.
¡Pueblo de México! Termina un sexenio, el sexenio foxista y se impone a Felipe Calderón quien habrá de seguir dando continuidad al régimen neoliberal, el nuevo administrador de los intereses oligárquicos quien habrá de darle protección a la familia Fox-Bribiesca como parte del pacto para cubrirse mutuamente las espaldas, esencia de la alianza PAN-PRI.
La resistencia popular debe continuar, la lucha contra la ultraderecha y contra el régimen debe mantenerse bajo la táctica de combinar todas las formas de lucha, desarrollándolas, buscando la unidad de todo el pueblo contra el gobierno antipopular, contra los gobiernos neoliberales, sin olvidar que la lucha anticapitalista, la lucha antiglobalización y antineoliberal debe estar ligada al proyecto libertador de la lucha por el socialismo.
¡A BUSCAR EL CONTACTO CON LOS REVOLUCIONARIOS!
¡A BUSCAR EL CONTACTO CON EL PDPR-EPR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡POR LA REVOLUCION SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARA!
COMITÉ ESTATAL DEL
PARTIDO DEMOCRATICO POPULAR REVOLUCIONARIO - PDPR
COMANDANCIA MILITAR DE ZONA DEL
EJERCITO POPULAR REVOLUCIONARIO - EPR
Año 42
Michoacán de Ocampo, a 28 de noviembre de 2006.
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